Friday, December 17, 2010

Estrella viajera de mundos lejanos

En un pasillo, lleno de estudiantes que recién acababan de ingresar a la universidad, apoyada contra la pared mirando hacia el piso. Con su mano izquierda se paseaba los dedos a través del collar, ese que sólo tenía una letra, mientras esperaba que llegara la hora de comenzar clases. Estaba sola.

"Viene desde el interior", me comentó en seguida una de las personas con quien estaba. Debo haberme quedado fijado en ella, porque ni había preguntado. Era hermosa. Cabello rubio, largo, de esos de princesas de cuentos de hadas. Ojos que realmente podías llegar a ver su alma, de un azul que brilla cuando está lleno de felicidad y revienta cuando le invade la tristeza. Cara redonda, de bebé, piel suave y blanca y algo rojiza -eterno trauma del sol en estas pieles. Y la boca, ¡ay! la boca. El paraíso de los besos, el infierno de las tentaciones. Hubiese pasado mi vida entera besando esa boca.

"Preséntamela"-dije sin pensar. No tenía idea de qué decir, pero tenía que conocerla. Niño, yo. Con algo más de 18 años, con muchas más penas que glorias en el amor, me atrapó en seguida su belleza. De seguro no era el primero que la notaba, pero sentí algo especial. Sin conocerla, pero lo sentí. "Luego de salir de clases"-me dijo su amiga- "vamos y te la presento". A la mierda, qué nervios. Pasé toda la clase pensando en la salida, sin poner cuidado a los teoremas y enunciados que se dibujaban en pizarra.

"Estrella viajera de mundos lejanos, eso significa mi nombre" - dijo mientras caminábamos al otro edificio donde veríamos clases- "Se escribe con K y luego una C, por eso es que mi collar tiene la K, me identifica". Fue la primera pregunta que le hice, la del collar, después de habernos introducido y haber caminado unos minutos en silencio. Y ahí mismo terminó la conversación, ya que cada quién tenía que ir a su clase. Pensé en el significado de su nombre, lo que ella me había explicado. Sin duda venía de otro mundo, lejano, pero nunca pensé que el término "viajera" iba a ser tan determinante en esta historia.

Ese fue el primer día en que la conocí.